El 14 de abril de 2013 entró en vigor el Real Decreto estableciendo la exigencia de disponer de un certificado de eficiencia energética en la venta o alquiler de todo el edificio o una parte (vivienda o local).
Esta información tiene que figurar en la publicidad y tiene que entregarse en la formalización del contrato.

De esta manera, el Certificado de eficiencia energética, que hasta ahora sólo se exigía para los nuevos edificios, se ha extendido a la totalidad del parque inmobiliario siempre que haya una transacción de venta o alquiler.
El Certificado, aparte de dar una calificación energética objetiva, incluye información sobre las características energéticas de la envolvente del edificio (aislamiento y estanqueidad de los cierres y oberturas de fachadas y cubiertas) y de los sistemas térmicos (eficiencia energética de los sistemas productores de agua caliente sanitaria, calefacción y climatitación).
También incluye recomendaciones de mejora razonables y viables que puedan garantizar un mejor comportamiento energético del edificio y, opcionalmente, una estimación de los costes y plazos de amortización de la inversión. En ningún caso obliga a la realitación de las recomendaciones indicadas.

El objectivo del Certificado de eficiencia energética es concienciar a la sociedad de la necesidad en el ahorro energético para reducir las emisiones de CO2, responsables del efecto invernadero, el calentamiento global del planeta y la dependencia externa en materia de energía.
En este sentido, hay que incrementar las intervenciones en edificips existentes orientadas a mejorar su comportamiento energético.
Mediante la información que aporta el Certificado, el comportamiento energético de los edificios pasa a formar parte del valor intrínseco de los inmuebles proporcionando a los compradores, inquilinos y usuarios una orientación relativa de su consumo energético.
En consecuencia, el mercado inmobiliario segmentará el precio de venta y alquiler en función de su consumo energético. Al mismo tiempo, la inversión en mejora energética –que potenciará el confort en los espacios para vivir y para trabajar– tendrá un retorno en el precio de venta o alquiler en plantear la rehabilitación desde un punto de vista energético y no únicamente funcional.

Con esta breve guía de orientaciones para obtener el Certificado de eficiencia energética de los edificios existentes, los colectivos profesionales habilitados para su realización quieren ayudar al ciudadano y hacer más entendedor el Certificado de eficiencia energética y los aspectos básicos que se derivan, así como concienciar sobre el ahorro energético con aquellas mejoras que como recomendaciones se incluyen en la certificación energética y que acaban incidiendo en un aumento de confort en el vivir y en el trabajar.